Al principio, tengo que reconocer, que dar clases de yoga a niños no estaba en mis planes. Quizás al ir viendo la evolución de mi hijo de ahora cuatro años, “practicando” conmigo, he ido interesándome mucho más, hasta el punto de dar clases de yoga para niños.

Cuando digo que me hijo practica conmigo, quiero decir que cuando era pequeño me observaba, me imitaba y se colaba en algunas de mi clases de yoga online, y se fue haciendo habitual que se quedara un rato al menos mirando y era un rato tranquilo. Empezamos después como a partir de los 3 años a hacer posturas, contar cuentos y hacer respiraciones de yoga que luego utilizamos cuando por ejemplo, le costaba dormir o tenía una rabieta.
Me di cuenta de que para ellos es una oportunidad de, además de movilizar y hacer ejercicios de yoga de una manera saludable y divertida, es una forma de ayudarles a concentrarse, prestar atención y saber calmarse. Yoga para relajarse. El poder recibir esta enseñanza desde pequeñitos, desde la percepción de un niño pequeño, abrirles la puerta a integrarlo en su vida… es algo que ojalá nos lo hubieran podido inculcar a todos. El sentir la práctica y participar de ella desde los primeros años es un valor incalculable de salud mental que podemos aportarle a nuestros pequeños.
De ahí la importancia de que, sobre todo a edades tempranas en las clases de yoga infantil, los padres aprendan a enseñarles a sus hijos diferentes técnicas que luego puedan utilizar en su día a día. Es decir, convertir las clases de yoga para niños y madres y padres en clases de yoga en familia.
Contenido:
Qué es yoga para niños
En este post cabe recordar qué es yoga y los beneficios de yoga. Puedes leer más sobre ello en mi blog aquí.
El yoga para niños es una forma divertida y muy efectiva de enseñarles a los pequeños a ser más conscientes de su cuerpo y de su respiración, a concentrarse y a relajarse. Además, les ayuda a desarrollar su fuerza y su flexibilidad.
Puntos que se trabajan en una clase de yoga para niños
- Respiración: los niños aprenden a prestar atención, a controlar su respiración y a relajar su cuerpo y su mente a través de ejercicios de respiración que pueden ser cuentos cortos o ejercicios adaptados a sus habilidades motrices.
- Posturas de yoga para niños: los niños aprenden a realizar posturas de yoga de manera segura y a utilizar su cuerpo de manera efectiva, muchas veces a través de la naturaleza y los animales.
- Equilibrio: el yoga ayuda a los niños a mejorar su equilibrio y su coordinación.
- Concentración: los niños aprenden a concentrarse y a estar presentes en el momento.
- Relajación: el yoga también puede ayudar a los niños a relajarse y a manejar el estrés o, como hablamos, las famosas rabietas.
Yoga para niños por edades
Yoga para bebés
Aquí las clases de yoga para bebés son en realidad para las madres o padres con los niños y son los adultos los que hacen las posturas de yoga, tratando de integrar en ellas al bebé o al niño, reforzando así el vínculo madre-bebé.
A medida que el bebé crece y gana movilidad empieza muchas veces a imitar a los padres y a participar más, por lo que puede ser una forma de empezar a introducirlo en las posturas de yoga y el ambiente de calma que se respira en las clases de yoga.
Yoga niños de 3 a 6 años
A partir de los 2 o 3 años, sigue siendo ideal que el yoga se practique con los padres, también en las clases. La creatividad y el dinamismo son la clave.
Todo es a través del juego. Las posturas de yoga y respiraciones yoga se introducen muchas veces con cuentos, historias, canciones… La naturaleza y los animales juegan un papel fundamental para que los niños entiendan la estructura de las asanas.
Para trabajar la respiración en los niños pequeños y no tan pequeños se pueden utilizar recursos sencillos, pequeñas historias, soplar objetos, hacer burbujas, ver cómo sube y baja la tripa, etc.
Yoga niños de 6 a 8 años
Explorar es la base a estas edades. En las clases de yoga para niños de 6 años, los niños se convierten en pequeños exploradores.
Los niños ya pueden estar más tiempo concentrados realizando posturas, tienen más capacidad de integrar el yoga y son muy curiosos. El juego sigue siendo fundamental y la vía por la que entran en las posturas de yoga, y se mantiene su atención, pero pueden ir introduciéndose nuevos elementos.
Es el momento de ir creando una rutina y que empiecen a ver el yoga como algo a integrar en su día a día.
Yoga niños de 9 a 12 años
Aquí es fundamental el desarrollo de la conciencia postural. A medida que los niños crecen, las necesidades de exploración y conocimiento van aumentando. Y en estas edades ya hay mucha más capacidad de mantener las posturas y el “foco”, o sea, la atención. Es buen momento para empezar a trabajar la alineación y hacer correcciones.
Yoga para adolescentes. El yoga para niños y el deporte.
A partir de los 8 o 9 años los cuerpos están cambiando y reflejan a menudo las actividades y el deporte que hacen, con lo que trabajar la alineación cobra más importancia.
Estos son algunos ejemplos:
Yoga y niños futbolistas: se acorta mucho la flexibilidad de las piernas, algo que se puede trabajar con yoga.
Yoga y niños que hacen gimnasia rítmica o artística: tienen muy desarrollada la flexibilidad, la elongación y la apertura, pero suelen tener una hiperextensión de la columna. Con ellos se puede trabajar la parte posterior del cuerpo, el sentir la respiración en las costillas, la fuerza…
Yoga y niños y el ballet: por propia experiencia sé que, por ejemplo, se trabaja mucho con los pies hacia fuera y es importante tener conciencia de ello. El yoga aquí te ayuda a entender cómo se ve afectado al cuerpo y a trabajar la atención y el cuidado.
Yoga para adolescentes y preadolescentes: el yoga es una herramienta muy útil para esta etapa, a menudo complicada. Los beneficios del yoga para adolescentes son muchos y compartidos y ya hemos hablado de qué es el yoga y para qué sirve, pero además les ayuda con asentar la mente en el presente, con la autoestima, la aceptación y el amor propio y hacia los demás. Les da herramientas para su día a día, para su futuro, para relativizar.
Posturas de yoga para niños
Hay muchísimas opciones como ya sabemos, pero las posturas de yoga para niños más comunes y que aprenden muy rápido son:

El árbol: los más pequeños se pueden apoyar en la pared, luego se pueden apoyar el uno en el otro.
La cobra: si se acompaña de sonidos, es ideal para trabajar la respiración.
La postura del niño o de la hoja plegada: es perfecta para relajarse y se puede acompañar de un masajito en la espalda mientras la hacen.
El perro boca abajo: se les puede preguntar cómo se movería el perro, o cómo haría pipí, para que levanten la pierna.
El gato: una gran postura de yoga para desperezarse por las mañanas y que resulta muy fácil de entender.
El león: si se acompaña de un rugido, ayuda a sacar el enfado, y puede ser de gran ayuda en caso de rabieta. Se puede también practicar por parejas, mirándose uno a otro, lo que puede ser muy liberador y acabar en risas.
El avión: una buena postura de equilibrio, muy divertida, aunque difícil para los más pequeños.
El guerrero: en sus diferentes variantes, ideal para que sientan la fuerza y exploren cómo les hace sentir.
El saludo al sol: un buen trabajo físico que resulta divertido y en el que se trabaja la conexión con la naturaleza y el agradecimiento. Muy recomendable para hacer en casa por las mañanas, mirándose uno a otro, para que puedan seguir las posturas de yoga por imitación.
Beneficios del yoga para niños
Yoga es una gran opción que les permite a las niñas y niños sentir, expresar, descubrir, crear, experimentar, crecer, soñar…
Sabemos que el yoga disminuye el estrés y la ansiedad infantil; que mejora los hábitos posturales, la flexibilidad en los músculos y articulaciones; que favorece la agilidad, la coordinación y el equilibrio; y que estimula y fortalece nuestro organismo… entre otros beneficios.
Los niños tienen muchísima energía en ellos. Son muy activos y siempre están dispuestos a aprender y jugar algo nuevo. Pero a veces este exceso de energía, si no está siendo enfocado, se puede convertir en ataques de rabietas o irritabilidad. El yoga ayuda a canalizar esta energía, enseñándoles a relajarse y a concentrarse mejor; a saber cuándo y cómo usar su energía.
Como ya sabemos, el yoga es más que una práctica física y se ha demostrado que ayuda a las niñas y niños (y adultos) a sentirse con más confianza en sí mismos, a manejar mejor los impulsos y a profundizar el autoconocimiento, no solo físico, sino también el autoconocimiento emocional y mental.
Uno de los aspectos que hace diferente al yoga de otras formas de movimiento y rutinas de ejercicios es que nos ayuda a aprender a respirar profunda y controladamente. Esto es algo clave para las niños, ya que les permitirá desde una edad temprana manejar su respiración y así ayudar a evitar los problemas que vienen con años de respirar de manera inadecuada, como lo son la ansiedad y la impulsividad.
Un resumen de los beneficios de yoga para niños son:
- Aprender a respirar.
- Fortalecer los músculos.
- Obtener mayor flexibilidad y equilibrio.
- Mejorar la concentración.
- Adquirir conciencia de su propio cuerpo, aprendiendo a reconocer cada una de sus partes.
- Estimular su creatividad e imaginación.
- Aprender hábitos de postura correctos de la columna vertebral.
- Estimular la circulación sanguínea.
- Agudizar sus sentidos.
Estructura de una clase de Yoga para niños con María GO Yoga
Normalmente hacemos grupos de niños a partir de cuatro años e invitamos a los padres, para pasar un rato divertido y que tanto niños como padres aprendan a utilizar el yoga, para creando sesiones de yoga en familia.
Empezamos con una respiración para calmar y después les leemos o les relatamos un pequeño cuento con movimientos para concentrar a los niños. Todo esto nos sirve de preámbulo para relajarnos antes de empezar.
Luego empezamos con las asanas, que se hacen siempre a través de juegos, como imitación de animales en la selva, el bosque, el mar, la naturaleza… Vamos acompañando a las posturas de técnicas de respiración o pranayamas con diferentes objetivos. Si nos falta energía, si estamos tristes, si viene la “la rabia” …
Después empleamos técnicas de inducción a la meditación, para atraer la atención de los niños hacia una actividad puntual, por ejemplo dibujar, jugar con pegatinas, ordenar sus juguetes, etc.
Lee más sobre Yoga y meditación.
Y finalmente hacemos Savasana para la relación final, los niños se acuestan y se les puede contar una historia para que imaginen con sus ojos cerrados, se pueden utilizar sonidos, etc, para ayudarles a relajarse.
El cierre puede ser un mantra y contarles el significado de Namaste.

Como profesora de yoga para niño y madre, he podido comprobar por mi misma que las clases de yoga infantil son un espacio de enriquecimiento y autoconocimiento que ayudan a los niños a crecer de forma consciente, dándose cuenta de qué les hace sentir bien o mal aprendiendo desde su experiencia. Sabiendo escuchar y equilibrar su cuerpo, su mente y su corazón.
Les hace ser mejores personas, les enseña una forma de vida y unos valores de respeto hacia él mismo y hacia los demás, de gratitud, de tolerancia, de amor, solidaridad…
Favorece estados y pensamientos positivos, hábitos saludables, equilibrio emocional y psicológico, lo que permite un mayor bienestar y mejor calidad de vida.
Puedes asistir a uno de mis talleres presenciales que realizo en diferentes estudios como regularmente en YogaOne Auditorio de Madrid.
Si estás interesado en clases particulares de yoga, privadas de yoga online o presenciales, una sesión de yoga en casa para niños, ponte en contacto conmigo.