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Qué es Yin Yoga
Yin Yoga es un estilo de Yoga que está aumentando enormemente en popularidad. ¡Y no me extraña!
Para entenderlo de una manera sencilla, durante la práctica de Yin Yoga, las posturas se llevan a cabo durante períodos de tiempo más largos que van de 3 a 5 minutos o más. Cuando mantienes una postura durante un período de tiempo más largo, estiras los tejidos más profundos del cuerpo, como los tendones, la fascia, los ligamentos y otros tejidos conectivos. Esto aumentará la flexibilidad general y mejorará la circulación en las articulaciones y otros tejidos.
En Yin Yoga las posturas se mantienen de forma pasiva, con lo que se consigue un nivel de estiramiento muy amplio acompañado de relajación, lo que resulta en una inmensa calma física y mental.
Además Yin Yoga mejora la fluidez y movimiento de energía en nuestro cuerpo, especialmente el flujo de Qi (energía vital) hacia los órganos. Permite que se genere el espacio para observar la mente, alejarnos del drama diario, observar nuestras actitudes y reacciones y este trabajo de estudio personal rápidamente deja ver sus efectos lejos de la esterilla.
Siempre digo porque así lo aprendí, que Yin yoga es como ponerse delante de un espejo. No somos conscientes de cómo de contracturados o tensionados o no estamos hasta que prestamos atención al cuerpo. Además en esta práctica nos enfrenta directamente con nuestro estado mental y nuestra capacidad de generar calma y “silencio”.
Puede ocurrir que en una sesión de yin yoga surjan determinadas sensaciones no sólo físicas sino emocionales que salen a la luz que es recomendable dejar salir. Así en las clases de yin se escuchas suspiros, sonrisas incluso alguna lágrima. En tu práctica personal es importante dejar salir todas esas emociones sin juzgarte, solo respirando y liberando.
Al finalizar la clase sentirás una sensación de alivio profundo.
Yin Yoga es el estilo perfecto para comenzar a practicar meditación, proporciona el espacio y el tiempo para que empecemos a tener contacto con la mente.
La idea es que dejemos a un lado los “asuntos” de la mente durante la práctica y empecemos a “domesticarla”, a concentrarla en una sola cosa que nos permita perspectiva e ir conociéndonos.

Los 3 principios de la práctica de Yin Yoga.
- Ir a nuestro límite: estimula el cuerpo energético
- Estar quieto: el ingrediente de la relación cuerpo-mente
- Mantenerte un tiempo: ingrediente fisiológico
Historia del Yin Yoga
Si nos remontamos a los Vedas (los libros espirituales más antiguos de la India), el Yoga no se describe como la realización de posturas de yoga o la búsqueda de liberarnos de nuestros sufrimientos, sino que simplemente te enseñaba a sentarte durante un largo tiempo para meditar. Esto ya era Yin Yoga.
Yin Yoga es hija de un tremendo mestizaje. Diez mil años atrás, los chamanes espirituales se expandían en todas las culturas y esas filosofías invadían desde Europa hasta el Ganges, incluyendo Oriente Medio y China. Los mismos conceptos con diferentes nombres como espíritu, prana o chi, se ajustaban a las diferentes culturas.
En la última década del siglo XX y principios del XXI aparecen los yinters modernos, Paul Grilley y Sarah Powers. Gracias a ellos, el Yin Yoga continuó propagándose por todo el mundo y podemos decir que se ha convertido en un linaje abierto.

Yin Yoga o Yan Yoga
Tejidos Yang (elásticos): músculos, piel y sangre.
Tejidos Yin (plásticos): tejidos profundos, tejido conectivo, ligamentos, huesos y articulaciones.
Los músculos son elásticos y los huesos, plásticos. A los músculos les gusta el calor y a los ligamentos el frío.
Yang Yoga: centrado en músculos, movimientos repetitivos y rítmicos para estresar los músculos. Energéticamente estimula el fluido de energía por nuestro cuerpo. Emocionalmente Yang nos llena de vitalidad y refresca.
Todos los estilos de yoga que requieran fuerza y acción de los músculos: Ashtanga, Hatha, Vinyasa, Rocket… Si quieres saber más sobre los diferentes estilos de yoga contemporáneo puedes leer mi post.
Yin Yoga o Yoga Yin: los tejidos Yin son plásticos y requieren presión suave durante largo periodo de tiempo para ser estimulados y fortalecerse. Energéticamente Yin drena los canales y elimina los residuos acumulados. Emocionalmente Yin nos calma y relaja.
En la práctica de Yin estresamos los tejidos de 3 formas distintas:
1. Compresión
2. Estiramiento
3. Tensión y Exprimir
Todas las partes del cuerpo deben ser “estresadas” para mantenerse sanas. También los ligamentos y huesos, con la vida sedentaria y la edad se pierde movilidad en las articulaciones, los huesos se degeneran y se vuelven débiles, y la fascia se contrae generando rigidez y limitando nuestra capacidad de movimiento.
La función del músculo es proteger la articulación. Por eso es importante en Yang activar los músculos y una alineación correcta que proteja las articulaciones.
Yin Yoga está diseñado específicamente para crear espacio y fortalecer las articulaciones.
Yin Yoga es un complemento y un apoyo a la práctica Yang. Da el aspecto de calma e introspección a nuestra práctica.
Yin y Yang se equilibran entre sí.
Beneficios del Yin Yoga
Incrementa en gran medida la flexibilidad de forma pasiva y consciente y relaja el sistema nervioso central al trabajar la quietud y la calma en las posturas.
Por su carácter pasivo, es una opción muy interesante para contrarrestar el estilo de vida activo y dinámico que se tiene muy a menudo, y el complemento perfecto para la práctica de otros estilos de Yoga activos (Yang) o deportes de gran actividad, así como en momentos de cansancio o estrés.
Trabaja sobre las fascias, movilizándolas con delicadeza mientras explora un amplio rango de movimiento hacia espacios más amplios a nivel mental y emocional, así como bienestar general.
Es una práctica regeneradora. Las posturas se realizan sobre el suelo con el mínimo esfuerzo muscular, lo que ofrece la oportunidad de relajar tensiones, aflojar y abrirse a la experiencia presente.
Como hemos dicho, favorece la movilización del Prana o energía vital del cuerpo, de modo que repercute positivamente en nuestro organismo, órganos y tejidos.
Incrementa la concentración y la conciencia corporal.
Favorece la auto-práctica: al mantener las posturas durante un largo periodo de tiempo, podemos repetir las posturas que hayamos realizado el último día de clase y practicar Yin Yoga en casa, agilizando así el camino a encontrar nuestra propia práctica de Yoga.
Mi experiencia con el Yin Yoga
Probé Yin Yoga hace mas de 10 de años. Enseguida me impactó sobre todo por las sensaciones que me generó durante la práctica. Además de ser arrollador a nivel físico, me di cuenta de la falta de capacidad de concentración y de mantener quietud que tenía. Estamos tan estimulados en el día a día, ordenadores, móviles, información constante, que no nos damos cuenta de la incapaces que podemos llegar a ser de solo cerrar los ojos y escuchar tu respiración y tu cuerpo.
Actualmente diría que el Yin Yoga se ha convertido en mi práctica favorita. Además he tenido la suerte de formarme con Tamara Suárez de Lighthouseyoga, cuya forma de trasmitir unida a su profundo conocimiento, me ha ayudado a disfrutar e integrar esta práctica en mi vida. Disfruto practicando y dando clases.
Actualmente doy clases de Yin Yoga online y en directo desde mi web mariagoyoga.es.
También encontrarás clases de Yin Yoga online grabadas para abonados aquí
Doy clases presenciales de Yin Yoga todos los jueves a las 19:00 en YogaOne Auditorio Madrid. Consulta sus horarios y tarifas aquí
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Si aún no has probado una clase de Yin Yoga, este es el momento! Visita mi canal de Youtube y descubre esta práctica de Yoga: